Sustitución de ruedas.

Cuando publiqué el primer artículo dedicado a la construcción de la estructura (enero de 2013) hice referencia al modelo de ruedas que estaba instalando.

Decidí usar el mismo tipo de rueda que soportan las sillas de las oficinas entendiendo, que con doce unidades repartidas por todo la maqueta, serían suficientes para poderla mover 70 u 80 cm (+/-) por cada lado y permitirme trabajar con comodidad en todo su perímetro.

A los pocos días, un compañero de afición (Miguel Lasa) se puso en contacto conmigo y me advirtió sobre los posibles resultados negativos de este tipo de ruedas ya que su material principal es de plástico y la sujeción se centra en un pequeño vástago y un eje interno, ambos de metal.

Agradecí su observación pero seguí creyendo que mis cálculos eran correctos y como ya tenía toda la estructura base montada, continué con el proyecto tal como estaba planificado.

A medida que se va haciendo grande la instalación general va adquiriendo peso y, aunque se intenta que los materiales usados sean ligeros, se van sumando más y más kilos y ahora es como un portaaviones que pesa muchísimo.

A todo esto hay que añadir un par de peculiaridades que han ayudado también en la evolución de los soportes.

Debido a una rotura de stock en la tienda habitual donde suelo proveerme, compré 4 unidades con unas características diferentes al resto.

Como veréis el la siguiente fotografía son dos modelos muy parecidos, con las mismas medidas pero con una construcción diferente.

Las de la derecha con la rueda abombada son las que no han resistido y han acabado por romperse.

Las de la izquierda con rueda plana, en cambio, están exactamente como el primer día.

Otro factor que ha acelerado la rotura, es el solado de la estancia donde tengo la maqueta.  Se trata de losas de cerámica con un acabado rústico, cuya rugosidad sumada a la anchura de la justas entre cada pieza, hacen que la superficie general sea abrupta y que las ruedas se desplazan por ella con alguna dificultad.

Si se suman todos estas condiciones, tenemos como resultado que dos de las citadas ruedas han sucumbido provocando la primera reparación importante dentro del proyecto.

Para el proceso de cambio he tenido un poco de dificultad debido a las dimensiones que tiene la maqueta que ronda los 13 m2 con dos alturas y una rampa helicoidal grande en una de sus esquinas.

Como mencionaba antes, todo el conjunto pesa mucho y elevarlo iba a ser complicado.

En primer lugar pensé en solicitar ayuda al grupo de compañeros para que, juntos y a la vez, hiciéramos las funciones de una grúa y levantáramos toda la estructura lo suficiente para poder calzarla y dejarla accesible para trabajar en cada una de las doce patas.

Finalmente recordé que una de mis ideas al hacer los diseños era que tuviera la máxima accesibilidad posible y también, que muchos de sus elementos fueran desmontables sin grandes dificultades.  Poca cola y muchos tornillos.

Y esta determinación me ha venido ahora de perlas ante la presente adversidad.  Las patas se pueden desmontar.  Estás sujetas mediante una serie de tornillos de 6 mm.con sus correspondientes tuercas.

Quedaba, pues, elevar un poco cada zona de la maqueta donde se encuentran los soportes, calzarla con unos apoyos que sustentasen el peso y que me permitieran la extracción y posterior colocación de cada una de las seis unidades que componen las patas.

Para los citados apoyos y a falta de caballetes pequeños, he utilizado cuatro cajones de plástico duro muy resistente (habituales para el transporte de fruta) y también unas planchas de madera que me han facilitado alcanzar los dos centímetros que ha crecido en altura debido a las nuevas dimensiones de las ruedas utilizadas. 

Una vez retirada cada unidad y extraídas las viejas ruedas, había que rellenar el hueco de modo que no representará una merma en la fortaleza de la madera.

Para ello usé tubillones bien encolados e introducidos a presión.

El siguiente paso era atornillar el nuevo modelo de rueda compuesto por una estructura metálica que abraza cada pata, que sustenta una rueda de plástico macizo y que dispone de un sistema de cojinete compuesto por bolas engrasadas que facilitan la rotación perfecta en todas las direcciones.

Las sujetan tornillos de 8 mm.en ambas partes asegurando un total agarre y la robustez necesaria para el cometido que han de realizar a partir de ahora.

El proceso se ha repetido en todas las patas quedando, ahora si, un sujeción fuerte y segura que continua permitiendo desplazar toda la maqueta en función de las necesidades. 

En un futuro, cuando ya no haga falta trabajar por debajo de la maqueta, todas las patas quedarán unidas entre si por una serie de travesaños que dejarán definitivamente compacta toda la estructura.  

Pero para este paso todavía queda mucho, mucho tiempo.

Saludos,

Vicente.